jueves, 26 de marzo de 2009

DECALOGO

DECÁLOGO DE ACTUACIÓN DEL TÉCNICO
EN TRANSPORTE SANITARIO
Objetivos del tema
1. Acercarse a los puntos clave en la sistemática diaria del trabajo del Técnico en Transporte Sanitario en transporte.
2. Repasar la cronología de hechos desde que surge la alerta hasta que hemos entregado el paciente en su destino final.
Palabras clave
- Sistemática
- Prudencia
- Determinación
A pesar de las innumerables variaciones que el quehacer diario presenta en la atención de situaciones de emergencia, de manera general, todo Técnico en Transporte Sanitario debería de tener clara y presente una sistemática de trabajo y una secuencia de actuación que debiera repetirse en la resolución de cada uno de los casos que se nos presenten. El siguiente Decálogo de Actuación resume y expone en orden de ejecución los puntos esenciales que deberíamos seguir desde que recibimos la alerta, y aún antes, hasta que dejamos al paciente o accidentado en el centro sanitario al que se nos ha dirigido.
1. Preparación del equipo: tanto el vehículo, como el material sanitario que contiene, deberá estar
en todo momento preparado y revisado para garantizar una correcta atención a los pacientes. Sería una irresponsabilidad desde el punto de vista ético, y en algunos casos penal, el que una deficiencia en ese sentido aumentase el sufrimiento o la gravedad de personas que ponen el alivio de sus padecimientos en nuestras manos.
2. Activación del sistema: habitualmente el sistema de urgencias se activa a través de una llamada a un servicio que centraliza la atención de este tipo de situaciones. Desde este servicio (en nuestro caso la CCU-061) recibiremos la información necesaria para identificar con precisión al/los paciente/s, su localización exacta, y el tipo de patología que presenta. Deberemos anotar el mayor número de datos que podamos, y en cualquier momento solicitaremos la aclaración pertinente ante cualquier tipo de dudas que puedan surgir en este punto. No dudemos en solicitar la comunicación directa con el propio alertante cuando lo consideremos oportuno.
3. De camino al lugar: emplearemos siempre que nos sea posible, el camino más corto. La conducción será rápida, pero adaptándonos siempre a las circunstancias de la carretera y el tráfico y conociendo cuales son las prestaciones de nuestro vehículo, de modo que, en ningún caso pongamos en peligro nuestra integridad ni la de las personas que transportamos. Como regla general respetaremos las normas de circulación, pudiendo obviarlas si fuera necesario, siempre que ello no ponga en peligro a los demás usuarios de la vía pública, asegurándonos de que éstos se percatan en todo momento de nuestra presencia e intención, y nos ceden el paso. Usaremos además los dispositivos acústicos y luminosos que dispone el vehículo para señalar nuestra presencia, siempre que por el grado de urgencia tengamos que conducir en situación de prioridad. No obstante en algunas circunstancias (conducción nocturna, paso por centros sanitarios,...) podremos prescindir de las sirenas.
4. Llegada al lugar: estacionaremos nuestro vehículo en un lugar seguro, donde no corra peligro (en su caso lejos de incendios, inundaciones, líquidos inflamables,...) y donde ocasione el menor número de problemas para el resto de la circulación, con la señalización pertinente.
En determinadas situaciones, cuando otros equipos de atención de emergencias acudan al lugar, deberemos de colaborar con ellas, recordando que la atención sanitaria es nuestra responsabilidad, dejando la ordenación del tráfico o el control de incendios o sustancias peligrosas para los profesionales encargados, si estos están presentes. Cada profesional a lo suyo y todos trabajando en equipo.
5. Encuentro con el paciente: deberemos identificarnos como TTS ante el paciente, sus familiares o allegados. Recabaremos la mayor información de lo sucedido entre los testigos. En ocasiones será útil también examinar discretamente el lugar donde se encuentra el paciente, en busca de utensilios o sustancias que puedan ayudar a esclarecer el motivo de la alerta (jeringuillas, medicamentos,...). Nuestro trato será en todo momento cordial, amable y tranquilizador, aún a pesar de un posible recibimiento hostil provocado por las circunstancias angustiosas que estén viviendo el paciente o los familiares.
6. Determinación del tipo de urgencia: se realizará una valoración primaria de los signos vitales del paciente, siguiendo los pasos del ABC. Si la situación lo permite se pasará a una valoración secundaria.
7. Actuación según protocolos: al mismo tiempo que informamos a la Central del 061 que nos envía a valorar el estado del paciente, y si lo consideramos necesario solicitamos a ésta el envío de más recursos o de personal sanitario de cualificación superior, iniciaremos nuestra actuación aplicando los protocolos de atención según el estado del paciente. En caso de varios heridos, deberemos, tras la valoración primaria, centrar nuestra atención en el/los herido/s que nos parezcan más graves.
8. Traslado hasta la ambulancia: en cuanto las circunstancias lo permitan, y tras la inmovilización pertinente, bien con material de inmovilización traumatológico si se requiere (colchón de vacío, férulas neumáticas,...), o en todo caso con las cintas de sujeción de la camilla para que el paciente no se deslice y caiga durante el traslado, llevaremos a la ambulancia el paciente, utilizando el tipo de sistema más conveniente (silla plegable, camilla de palas,...).
Es muy importante en este momento, dedicarle unos instantes a preservar la intimidad de los pacientes, que en ocasiones por los acontecimientos que han provocado su daño pueden estar parcial o totalmente desvestidos, sucios o ensangrentados, con un somero aseo y abrigando convenientemente con las prendas aislantes de las que se disponga. También deberemos recoger cuidadosamente los efectos personales del enfermo y si es posible los entregaremos a un familiar o allegado, previamente identificado. Cuando no haya ningún acompañante entregaremos dichos objetos a algún miembro del servicio sanitario que lo reciba, anotando en nuestro informe el inventario de lo recogido y la identidad del receptor.
9. De camino al hospital: ahora, además de tener que acomodar la conducción al tráfico, deberemos acomodarla al estado del paciente, teniendo en cuenta el posible perjuicio que acelerones o conducción irregular pueden suponer en el traslado de un paciente grave.
Siempre, durante este trayecto, uno de los TTS, irá detrás acompañando al paciente, y vigilando los signos vitales de éste, para detectar cualquier cambio en ellos, que comunicaríamos inmediatamente a la Central del 061.
Recordar también, en estos momentos, de prestar apoyo psicológico o emocional tanto al paciente como a los familiares.
10. Transferencia del paciente: una vez en el centro sanitario, entregaremos el paciente al profesional asignado para recibirlo, no abandonándolo en ningún momento hasta que éste aparezca, ni siquiera en el caso de demora y aún con la intención de avisar de tal circunstancia. Se dará un pequeño informe verbal y escrito de la información que hemos recabado, así como de la evolución durante su atención y traslado.
Una vez finalizado cada servicio, será responsabilidad del Técnico, reponer el material utilizado (mantas, sabanas, material fungible,...), limpiar la ambulancia y los elementos que la componen según los protocolos establecidos, inventariar el contenido por si fuera necesario completarlo, aprovisionar el vehículo de combustible si lo precisa y repaso de la higiene personal si ésta por motivo del servicio anterior se hubiese menoscabado. Para finalizar cubriremos los impresos de obligado cumplimiento si todavía no lo hubiéramos hecho.


































Resumen
En la actividad diaria de las personas que trabajan en la asistencia sanitaria de situaciones urgentes, es bueno tener siempre presente una sistemática de trabajo, que debiera repetirse una y otra vez: cuidemos de preparar el equipo en los momentos de inactividad; seamos diligentes en la recogida de información; acudamos con rapidez pero con prudencia al lugar donde se encuentra el paciente.
Una vez allí, actuemos con determinación y según los protocolos de asistencia, no dudando jamás en pedir ayuda si vemos que nuestras posibilidades se ven superadas.
Durante el traslado del paciente al centro sanitario, deberemos cuidar del confort físico y psicológico tanto de dicho paciente como de sus acompañantes. Nunca abandonaremos el paciente hasta que alguien del personal del centro receptor se haga cargo de él.
Glosario de términos
Sistemática: dinámica de trabajo que sigue o se ajusta a unas reglas o principios preestablecidos.
Activación del sistema: puesta en marcha (generalmente por medio de una llamada telefónica) de los recursos encargados de responder a una situación de emergencia.

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