miércoles, 4 de marzo de 2009

PACIENTE PEDIÁTRICO

PACIENTE PEDIÁTRICO
Objetivos del tema
1. Conocer las diferencias anatómicas más significativas del niño con respecto al adulto.
2. Conocer las diferencias fisiológicas en los valores de las constantes vitales en las distintas edades pediátricas y en relación con el adulto.
3. Conocimiento de los signos de riesgo de situaciones de compromiso vital.
4. Conocer las normas básicas de actuación ante una convulsión.
5. Conocer las normas básicas de actuación ante un cuerpo extraño en ojos, nariz y oídos.
Palabras clave
- Signo
- Fisiológico
- Convulsiones
Introducción
Las urgencias pediátricas siempre generan una alta sensibilidad social, creando una situación de angustia para la familia o personas que la presencian si las comparamos con las urgencias del adulto.
De esto se deduce la importancia de que el personal que trabaja en urgencias extrahospitalarias se
forme en la asistencia inicial de dichas urgencias y conozca las características especiales que presentan los pacientes pediátricos recordando que no se trata de “adultos pequeños”, si no que
poseen unas características específicas dependiendo de su edad. El material utilizado para asistir a este tipo de pacientes es diferente del adulto en su diseño y tamaño para adaptarse así mejor a dichas características.
En este capítulo no se hablará de la asistencia al paciente pediátrico en situación de parada cardiorrespiratoria ni en los casos de asfixia por cuerpo extraño, ya que vienen recogidas en el capítulo de Soporte Vital en Pediatría.
A continuación haremos un repaso de las características fisiológicas así como los valores de las constantes vitales que los diferencian de los adultos.

EDADES PEDIÁTRICAS
Recién nacido o neonato Niño en el periodo inmediato tras el nacimiento
Lactante Entre los 0 y los 12 meses
Niño pequeño Entre 1 y 8 años
Niño mayor Mayor de 8 años
VÍA AÉREA
La vía aérea del niño es:
• Más pequeña.
• La lengua es más grande con relación al maxilar, sobre todo en lactantes.
• La tráquea es muy variable en su calibre y longitud según la edad del niño.
• Los cartílagos traqueales están en proceso de maduración por lo que son menos consistentes
que en el adulto.
Características fisiológicas
Las diferencias con respecto al adulto se manifiestan por:
• Un mayor consumo de oxígeno.
• La obstrucción de la vía aérea provoca un colapso de la tráquea por la anatomía de los cartílagos.
Valoración de la respiración
Frecuencia normal según edad:
• Neonatos: entre 30 y 40 rpm.
• Lactantes: entre 25 y 30 rpm.
• Niños mayores: entre 15 y 20 rpm.
Profundidad: observaremos si es superficial y taquipneica o profunda y bradipneica.
Simetría: los movimientos de tórax y abdomen deben ser sincronizados.
Regularidad: en el recién nacido la respiración suele ser irregular, esta característica se va modificando según se va desarrollando.
CIRCULACIÓN
Valoración de los pulsos
Tanto los pulsos centrales (carotídeo, braquial y femoral) como los periféricos (radial y pedio) suelen ser fácilmente palpables en un niño sano, no es así si se encuentra en situación de shock (palidez y frialdad de piel, pulso débil, relleno capilar > de 2 segundos).
Frecuencia: debe valorarse dependiendo de la edad del niño, ya que los valores normales van disminuyendo al aumentar la edad, desde 140 latidos por minuto (lpm) en el neonato a 70 lpm en el adolescente.
Por lo tanto, una frecuencia de 70 lpm es una bradicardia en un lactante de un mes y una frecuencia normal en un niño de 10 años.
SIGNOS DE RIESGO
Los signos de riesgo más significativos a tener en cuenta por el TTS en la valoración inicial del niño son:
• Dificultad respiratoria.
• Cianosis.
• Alteración del estado de consciencia.
• Convulsiones.
• Accidentes graves.
• Fiebre + Petequias.
Entre los signos de PCR inminente los más destacables serían:
• Signos respiratorios:
• Aumento marcado del esfuerzo respiratorio.
• Respiración irregular.
• Retracciones intercostales importantes.
• Aleteo nasal, quejido.
• Pausas de apnea.
• Signos hemodinámicos:
• Marcada taquicardia o bradicardia.
• Pulsos débiles.
• Descenso de la perfusión periférica (palidez o cianosis acra, frialdad, descenso del relleno capilar).
• Como consecuencia de la grave afectación respiratoria o hemodinámica se pueden producir signos comunes:
• Cianosis.
• Hipotonía muscular.
• Alteración de la consciencia.
10.1. CRISIS CONVULSIVAS EN NIÑOS
Los niños pueden convulsionar por muy distintas causas, entre las más frecuentes destacan:
• Convulsiones epilépticas.
• Convulsiones febriles, son las más frecuentes en niños y se deben sospechar por una alta temperatura en su piel.
Siempre que sea posible se debe de preguntar a algún familiar o persona que haya estado con el niño lo siguiente:
• Sospecha de la causa que produjo la crisis.
• Secuencia exacta del cuadro (grito previo, sudoración, mareo...).
• Cuánto tiempo lleva convulsionando (muy importante).
• Existencia o no de alteración de la consciencia.
• Existencia o no de movimientos anormales.
• Existencia o no de relajación de esfínteres.
• Antecedentes personales: cuadros similares previos, enfermedades recientes.
• Si ha sufrido un golpe.
• Antecedentes familiares de convulsiones.
• Si ha ingerido alguna sustancia tóxica o medicamentosa.
• Tiene fiebre o la tuvo en las últimas horas.
ACTITUD ANTE UNA CRISIS CONVULSIVA
• El tratamiento en todo caso debe ser siempre médico urgente.
• La medida inicial fundamental se basa en evitar autolesiones durante la crisis convulsiva, por lo
que nuestras medidas irán encaminadas a proteger al paciente de las posibles lesiones que pueda causarse.
• Permanecer al lado del paciente.
• Desabrochar las ropas apretadas tales como cinturón, pantalón, etc., si es posible.
• Retirar los objetos cercanos con los que se pueda lesionar.
• Colocar algún soporte blando (almohada, ropa, etc.) entre su cabeza y el suelo.
• Evitar la sujeción firme del paciente, sin restringir los movimientos de las extremidades durante
la crisis.
• Evitar la introducción forzada de objetos en la cavidad oral. Se puede intentar introducir una cánula de Guedel de tamaño adecuado que nos sirve para evitar mordedura de lengua y en caso de inconsciencia, para mantener abierta la vía aérea.
• Observar atentamente la actividad del paciente durante la crisis (tipo de movimientos que realiza,
duración de los mismos, etc.).
• Cuando la crisis haya cedido, colocarlo en decúbito lateral (posición lateral de seguridad) excepto si se sospecha probable lesión de la columna cervical, manteniéndolo en observación hasta que su estado de consciencia sea normal.
• Posteriormente traslado urgente al hospital.
CRISIS FEBRILES
Son más frecuentes en los menores de cinco años. Coincide con una elevación rápida de la temperatura.
El tratamiento agudo de la crisis consiste en:
• Poner al niño en posición lateral de seguridad para evitar la aspiración de contenido gástrico.
• Reducir la temperatura por enfriamiento:
- Desnudar al niño evitando colocarlo en medio de corrientes de aire.
- Utilizar paños mojados en agua no muy fría para refrescar su cara, cabeza y hombros. (El descenso de la temperatura debe hacerse de forma gradual).
• Seguir las mismas recomendaciones de las crisis convulsivas.
STATUS EPILÉPTICO
Es una situación de extrema emergencia provocada por una crisis convulsiva que dura más de 30 minutos, o varias crisis repetidas en un intervalo de 30 minutos entre las que no se recupera la consciencia.
Siempre precisa atención médica urgente. Las medidas iniciales a seguir son similares a las ya descritas en las convulsiones.









































La fiebre significa que la temperatura del cuerpo subió más de lo normal. El niño tiene fiebre si:
• La temperatura rectal está por arriba de 100.4°F (38°C).
• La temperatura tomada por la boca está por arriba de 99.5°F (37.5°C).
• La temperatura en la axila está por arriba de 99.0°F (37.2°C).
• La temperatura en el oído es mayor que 100.4° F (38° C).
• La temperatura del chupón es mayor que 100° F (37.8° C).



10.2. CUERPOS EXTRAÑOS EN NARIZ, OÍDO Y OJOS
DEFINICIÓN
Un cuerpo extraño es cualquier elemento ajeno al organismo que entra accidentalmente en él. Puede penetrar a través de la piel o por cualquier orificio natural como los oídos, ojos, nariz, garganta, impidiendo su normal funcionamiento.
CUERPOS EXTRAÑOS EN LA NARIZ
A los niños pequeños les gusta introducirse objetos extraños en los orificios nasales para luego olvidarse de ellos. Algunos de los objetos favoritos son alimentos, papel, algodón y cuentas de vidrio o plástico.
El cuerpo trata de rechazar a estos intrusos produciendo una secreción nasal amarilla de olor repulsivo.
Síntomas
• Ocasionalmente puede haber inflamación de la nariz.
• Presencia de secreción sanguinolenta.
• Dificultad para respirar.
Actuación
• Tranquilizar al niño.
• Preguntarle qué tipo de cuerpo extraño se metió en la nariz (ya que si se trata de una semilla, al ponerse en contacto con la secreción de la nariz puede aumentar de tamaño, lo que hace difícil su extracción y será necesario que se lleve a un centro asistencial).
• Hacer que el niño sople por un orificio de la nariz vigorosamente, varias veces, mientras tiene
cerrado el otro orificio nasal.
• Es sumamente importante no intentar sacar el objeto introduciendo algo en la nariz, tal como pinzas o dedos. Esto casi siempre empuja el objeto más adentro y dificulta mucho el trabajo del médico.
• Vigilar cuidadosamente al niño para que no empuje el objeto más adentro.
CUERPOS EXTRAÑOS EN OÍDO
Algunos de los objetos introducidos voluntariamente en el oído son gomas de borrar, cuentas de vidrio o plástico, alimentos y algodón. La penetración de insectos vivos en el conducto auditivo externo se considera igualmente un cuerpo extraño.
Síntomas
• Dolor por inflamación.
• Si es un insecto, puede sentir el movimiento de éste en el oído.
• La audición puede estar disminuida.
• Zumbido.
• En ocasiones, equilibrio inestable.
Actuación
• No tratar de extraer los cuerpos extraños con pinzas u otros elementos a no ser que sea visible y de fácil acceso y sujeción para la extracción y asegurándose que no permanece clavada.
• Trasladar al paciente sobre el lado afectado para evitar que se introduzca más en el conducto auditivo.
• Si el cuerpo extraño sobresale del conducto auditivo trasladaremos al paciente sobre el lado sano, sin manipularlo y fijándolo si es necesario con suavidad mediante compresas dobladas a su alrededor.



CUERPOS EXTRAÑOS EN OJOS
Son considerados las lentes de contacto, arena, partículas de madera o metal, maquillaje, pestañas, insectos, suciedad, tanto debajo del párpado como sobre el globo ocular. Estos materiales son perjudiciales no sólo por sus efectos irritantes, sino por el peligro de raspar el ojo o introducirse en él.
Síntomas
• Inflamación.
• Enrojecimiento del ojo afectado.
• Sensación de ardor.
• Dolor.
• Lagrimeo.
• Dificultad para mantener el ojo abierto.
Actuación
• Se evitará que la víctima se frote el ojo.
• No tratar de retirar el cuerpo extraño.
• No aplicar gotas oftálmicas (colirios), pomadas ni otras soluciones.
• Se trasladará siempre a un centro asistencial cubriendo el ojo con una gasa estéril y sin presionar.


Recordar:

































Resumen
La valoración de un paciente pediátrico requiere del conocimiento de las características fisiológicas que lo diferencian de un adulto. De todas formas no podemos olvidar que la secuencia de valoración no difiere en nada se trate de adulto o niño, esto es, el ABC sigue igualmente un orden inalterable.
La situación dramática que suelen generar las urgencias pediátricas nos indica que hay que tener un cuidado especial en el control de nuestras emociones ante dicha situación, manteniendo siempre la serenidad que se requiere, dado que es necesario además de la atención al niño, dar tranquilidad a los padres en la medida de lo posible.
Ante una crisis convulsiva lo más importante es procurar que el paciente no se lesione. Si se trata de una convulsión febril, además adoptaremos medidas físicas para enfriar al niño.
En ciertas ocasiones los niños pueden introducirse ciertos objetos en la nariz, los oídos o en los ojos. Nunca se emplearán pinzas u otros objetos para tratar de extraerlos si existe la minima duda que se puede extraer sin producir aun mas lesión. Si se trata de un objeto enclavado, se evitará su manipulación y se trasladará al paciente vigilando que el objeto no se desplace.

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