jueves, 26 de marzo de 2009

INTOXICACIONES

INTOXICACIONES
Objetivos del tema
1. Conocer los factores que pueden conducir a un accidente tóxico.
2. Conocer las técnicas simples de la atención inicial, en el ámbito prehospitalario, del paciente intoxicado.
3. Conocer los errores en tratamiento de las intoxicaciones agudas.
Palabras clave
- Tóxico
- Lavado gástrico
- Antídoto
17.1. CONCEPTOS GENERALES
Se define como tóxico cualquier sustancia química, sólida, líquida o gaseosa, que en una determinada concentración es capaz de producir la muerte, lesiones u otros efectos perjudiciales en el organismo.
Los signos y los síntomas resultantes de la acción de un tóxico sobre el organismo se denominan intoxicación, y se considera que existe una intoxicación aguda cuando aparecen síntomas clínicos tras una exposición reciente a una dosis potencialmente tóxica de una sustancia química.
El término de veneno se reserva para sustancias cuya finalidad específica es causar daño.
Las intoxicaciones constituyen un importante problema de salud pública. En España ocurren de 40 a 60 intoxicaciones por cada 100.000 habitantes al año. Afecta, fundamentalmente, a personas jóvenes con edades comprendidas entre 20 y 40 años, con predominio de hombres frente a mujeres, y a niños menores de 10 años.
Causas de las intoxicaciones
El 70% de las intoxicaciones agudas son voluntarias: intentos de suicidio, etílicas y abuso de drogas.
El 30% restantes son involuntarias: ámbito doméstico y laboral.
- Dosis excesivas de medicamentos o drogas.
- Almacenamiento inapropiado de medicamentos y venenos.
- Utilización inadecuada de insecticidas, pulguicidas, cosméticos, derivados del petróleo, pinturas y soluciones para limpieza.
- Inhalación de gases tóxicos.
- Consumo de alimentos en fase de descomposición o de productos enlatados que estén soplados
o caducados.
- Manipulación y consumo de plantas venenosas.
- Ingestión de bebidas alcohólicas especialmente adulteradas.
Clasificación de los tóxicos
- Minerales: fósforo, cianuro, plomo, arsénico, carbón, plaguicidas, insecticidas, derivados del petróleo.
- Vegetales: hongos, plantas y semillas silvestres.
- Animales: productos lácteos, del mar, carnes en malas condiciones, huevos y por sensibilidad a estos productos.
- Otros: uso inadecuado y abuso de ciertos fármacos: pastillas para dormir, tranquilizantes y alcohol.
Consumo y abuso de drogas: heroína, cocaína, marihuana y drogas de diseño.





Modos de intoxicación
- Vía respiratoria: inhalación de gases tóxicos como: fungicidas, herbicidas, plaguicidas, insecticidas, humo de incendio, vapores químicos, monóxido de carbono, dióxido de carbono de pozos y alcantarillados, cloro de las piscinas y vapores producidos por algunos productos domésticos (pegamento, pinturas, limpiadores y disolventes).
- A través de la piel: por absorción o contacto con sustancias como plaguicidas, insecticidas, herbicidas y plantas.
- Vía conjuntival: se debe, sobre todo, a salpicaduras de líquidos cáusticos, colirios y humos tóxicos.
- Vía digestiva: alimentos en mal estado, medicamentos y sustancias cáusticas.
- Vía circulatoria: un tóxico puede penetrar en la circulación sanguínea por:
• Inoculación: picaduras de animales como las abejas, avispas, y mordeduras de serpientes venenosas que producen reacciones alérgicas.
• Inyección de medicamentos: sobredosis, medicamentos caducados y reacción alérgica a un
tipo específico de medicamentos.
17.2. TÓXICOS POR VÍA DIGESTIVA
Son aquellas sustancias que producen toxicidad al ser ingeridas. Es la vía más frecuente de exposición: 80%.
Pueden ser alimentos en mal estado, sustancias cáusticas (ácidos o álcalis) y fármacos. Salvo las sustancias cáusticas que producen lesión directa sobre el tracto gastrointestinal, el resto de los tóxicos son absorbidos hacia la circulación sistémica para provocar efectos tóxicos sobre los órganos, de ahí la importancia de la descontaminación gástrica precoz.
Ingesta de cáusticos: los ácidos producen una necrosis coagulativa de la mucosa y submucosa, mientras que los álcalis inducen una necrosis colicuativa que suele penetrar casi todo el espesor de la pared esofágica pudiendo llegar hasta la perforación. Las lesiones orales nos confirman la ingesta pero su ausencia no la excluyen. Los enfermos suelen presentar dolor retroesternal o epigástrico, pirosis, náuseas y vómitos.
No debe provocarse el vómito ni intentar neutralizar o diluir el agente corrosivo.
17.3. TÓXICOS POR VÍA RESPIRATORIA
La intoxicación se produce por la inhalación de humo de incendio, monóxido de carbono, gases irritantes, sustancias volátiles y drogas. Son el 10% de las causas de intoxicación.
• Humo de incendio: es el resultante de los productos de combustión que emanan del fuego.
Su acción tóxica se produce sobre las vías aéreas dando lugar a tos, disnea, broncoespasmo severo e insuficiencia respiratoria grave. Es la causa más frecuente de muerte en los incendios y no las quemaduras.
• Monóxido de carbono: este gas aparece como resultado de la combustión incompleta de sustancias que contienen carbono. Su peligro está en que no huele, y por tanto, no se detecta. Los efectos tóxicos son debidos a la falta de oxígeno celular que provocan y no a su toxicidad directa.
Se combina con la hemoglobina, desplazando al oxígeno, para formar carboxihemoglobina que es incapaz de transportar oxígeno a los tejidos.
• Gases irritantes: su presencia es habitual en determinadas industrias e incluso en el hogar si se mezclan cierto tipos de limpiadores. Son el cloro, amoníaco, flúor y sus compuestos, ácido sulfhídrico.
Por sus características químicas se comportan como irritantes de las vías respiratorias.
Las manifestaciones clínicas van desde tos, afonía, disnea, broncoespasmo e insuficiencia respiratoria grave.
• Sustancias volátiles: su importancia radica en su empleo como drogas por vía inhalatoria. Los pacientes que utilizan dichas drogas suelen adquirirlas en forma de pinturas acrílicas, propelentes de aerosoles, colas, disolventes, quitaesmaltes, gasolina, nitrito de amilo (popper en los ambientes gay). Existen distintas formas de inhalar estos productos: sniffing: inhalación nasal directa desde el recipiente; huffing: inhalación nasobucal de trapo con disolvente; bagging: inhalación de una bolsa que contiene pegamento o cola. Su buena absorción pulmonar alcanza rápidamente el sistema nervioso central dando lugar a los pocos minutos a una sensación de borrachera, euforia y desinhibición. La toxicidad aguda produce arritmias cardíacas y alteraciones del SNC como delirio, convulsiones, agitación. Existe un síndrome de muerte súbita por inhalables.
• Drogas: cocaína y heroína. La cocaína se puede encontrar como:
A.- Clorhidrato de cocaína: es un polvo que se puede ingerir o esnifar (la forma más corriente de consumo) y en un disolvente adecuado se puede inyectar. Puede adulterarse con numerosas sustancias como azúcar, cafeína, talco, anfetaminas, estricnina y lidocaína y cada una de ellas puede presentar toxicidad intrínseca o aditiva.
B.- Alcaloide puro o Crack: forma sólida del producto. Los free base kits pueden contener éter, benceno o gasolina. Se puede fumar absorbiéndose vía pulmonar y produciendo efecto muy rápido.
El efecto más notable de la cocaína es la estimulación del sistema nervioso central. Produce además taquicardia, hipertensión, hipertermia y sudoración. Sus efectos tóxicos se producen a nivel de todo el organismo dando lugar a convulsiones, taquiarritmias e infarto de miocardio.
C.- Los opioides y sus derivados dan lugar a depresión respiratoria e hipoxia provocando anoxia cerebral.
COCAINA Y CORAZON
La cocaína es un alcaloide que se obtiene de las hojas de la planta de coca, como una sal soluble en agua. Hay tres forma: cristalina, polvo y granular. La base libre es la forma termoestable, puede ser fumada y se le conoce como "crack", por el sonido que produce cuando es calentada, siendo más potente y adictiva que la cocaína cristalina.

El "bazuco" es polvo de cocaína combinado con varias sustancias contaminantes como cal y polvo de ladrillo. El incremento del consumo de drogas que producen adicción se ha convertido en un grave problema de salud pública, con importantes repercusiones sociales y económicas. Las más usadas, ocasionan delicados problemas cardiovasculares.

La cocaína es una de las drogas más usadas en todo el mundo. Desde 1982 se reconoció su capacidad para producir infarto agudo del miocardio, convirtiéndose esta complicación en la enfermedad cardiovascular más frecuente producida por la coca, que se atiende en los servicios de urgencias. Muchos de estos casos corresponden a personas jóvenes y con coronarias sanas. En U.S.A., en los últimos 5 años los ingresos a urgencias por abuso de drogas se han elevado a 30% y en ese mismo período la incidencia de la drogadicción aumentó en 82%.
¿Cómo afecta la cocaína nuestro sistema?
Hay varios mecanismos implicados en la presentación de problemas cardiovasculares a causa de la cocaína: uno se debe a aumento brusco de los niveles de adrenalina y dopamina, sustancias que tienen un poderoso efecto sobre el corazón aumentando la frecuencia cardíaca a los 2 a 5 minutos y elevando la presión arterial a los 10 minutos; ambos fenómenos aumentan el consumo de oxígeno por el corazón.
Por otro lado, estas mismas sustancias ejercen también un efecto vasoconstrictor y al disminuir el diámetro de las arterias coronarias se reduce en forma repentina el flujo de sangre en el momento crítico de máxima necesidad de oxígeno por las células del músculo cardíaco.
A lo anterior se agregan fenómenos trombóticos o tendencia a formar coágulos. Todos estos mecanismos se combinan para favorecer la angina de pecho, el infarto agudo del miocardio, las arritmias severas y la muerte súbita. Estos graves trastornos pueden presentarse incluso en jóvenes que usan la cocaína por primera vez y a dosis tan bajas como 200 mg.
La cocaína también produce un efecto tóxico directo sobre el corazón y puede facilitar la endocarditis o infecciones en las válvulas y otras estructuras cardíacas. El uso continuado de cocaína puede dilatar y debilitar al corazón, engrosar sus paredes y endurecer las arterias.
Se han informado además, rupturas y estallidos de la aorta en su porción más cercana al corazón, debidos al parecer por el incremento brusco de la presión arterial y de la fuerza de bombeo del corazón.
Las personas que usan cocaína tienen un riesgo 14 veces mayor de sufrir isquemia cerebral, trombosis o deficiencia de riego sanguíneo en el cerebro en especial en el territorio de la arteria cerebral media, donde se presenta en 8 de cada 10 casos. Los mecanismos en las lesiones cerebrales por cocaína son vasoespasmo, trombosis y vasculitis o inflamación de los vasos sanguíneos.
Recomendaciones
Debido a los planteamientos expuestos, se recomienda que las personas consumidoras de cocaína, en cualquiera de sus formas, que presenten dolor en el pecho, sensación de ahogo o síntomas neurológicos, deben consultar de manera inmediata a un servicio de urgencias y deben poner en conocimiento del médico el uso de esta droga para que evite algunos medicamentos que habitualmente se utilizan en casos de angina e infarto cardíaco, como los betabloqueadores.
Así mismo, las personas que estén recibiendo tratamientos con betabloqueadores (metoprolol, atenolol, bisoprolol etc.), deberían abstenerse de usar cocaína por el peligro de potenciación de los efectos del alcaloide sobre el corazón y los vasos sanguíneos.
Al personal de salud, por su parte, se le alerta para que indaguen sobre el uso de cocaína a las personas que consulten por dolor de pecho, arritmias y crisis hipertensivas, en especial si se trata de jóvenes sin factores de riesgo aparentes. En pacientes con cardiomiopatías o miocarditis también debe tenerse en cuenta la posibilidad de cardiotoxicidad.
Conclusión
Los efectos de la cocaína, en cualquiera de sus formas, sobre el sistema cardiovascular pueden ser fatales a corto o largo plazo, independiente de las cantidades usadas, de su frecuencia o de la existencia o no de enfermedad cardíaca o coronaria de base.
El conocimiento de esta información debe alertar a la comunidad sobre los peligros de estas sustancias y motivar a los adictos para abandonar su consumo, buscar ayuda profesional y ayudar a otras personas a controlar su adicción.


17.4. TÓXICOS INYECTADOS
En las intoxicaciones por vía parenteral o transcutánea se distinguen dos tipos:
a) Picadura de animales
b) Inyección
- Accidentes: en el caso de intoxicación en personal sanitario, personal de laboratorio y errores en la administración de medicamentos a enfermos.
- En toxicómanos: la intoxicación se produce por la administración de drogas y fármacos vía parenteral de manera involuntaria por adictos a drogas o de manera voluntaria con fines suicidas.
Las sustancias utilizadas para mezclar con la droga pura también tienen acciones tóxicas.
Los opiáceos, las benzodiacepinas y la cocaína son sustancias utilizadas como sedantes y euforizantes. La intoxicación por opiáceos y benzodiacepinas suelen presentarse de forma característica con miosis, depresión respiratoria, estupor y coma. Puede producirse parada respiratoria y muerte.

¿Qué son las benzodiazepinas?
Las benzodiazepinas (también llamadas “benzos”) son tranquilizantes menores. A través de su acción se enlentece la actividad del sistema nervioso central, es decir, se enlentecen o retardan los mensajes que entran y salen del cerebro hacia todo el resto del organismo, incluyendo las respuestas físicas, mentales y emocionales. Así como el alcohol y los opiáceos, las benzos son drogas depresoras del sistema nervioso central.
Son producidas a través de procesos de síntesis química. El grupo de las benzos está integrado por mas de 24 drogas diferentes, cada una de las cuales tiene un nombre químico o genérico. Por ejemplo, son benzodiazepinas el Diazepam, Valium, Nitrazepam, Temazepam, Ativan, o el Flunitrazepam (Rohypnol en su nombre comercial).
Son los tranquilizantes menores mas comúnmente prescritos por los médicos para calmar la ansiedad (ansiolíticos) o para promover la sedación y el sueño (hipnóticos).
¿Cómo se consumen?
Son consumidas generalmente por vía oral aunque excepcionalmente pueden ser también consumidas por alguna otra vía como la intravenosa. Las benzos no están diseñadas para ser inyectadas. No te olvides que además la vía intravenosa es por lejos la mas riesgosa de todas las vías. Tratá de evitarla siempre.
¿Cuáles son sus efectos?
Los efectos de las benzodiazepinas sobre tu salud (y de todas las drogas, tanto legales como ilegales) dependen de la interacción de los siguientes factores :
las características de la sustancia y la forma en que la consumas
tus características personales: personalidad, peso, edad, estado de salud y de ánimo, así como tu experiencia pasada como consumidor de la droga en cuestión
las circunstancias en las cuales consumís la droga: compañía, lugar, legalidad
Las benzodiazepinas deprimen la actividad mental, reducen el estado de alerta, alivian la tensión y la ansiedad, así como también inducen sensaciones de calma y relajación. Estas sensaciones de calma pueden ser vivenciadas como placenteras. Sin embargo en personas que no son ansiosas, las benzodiazepinas generalmente no producen sensaciones positivas de placer o bienestar. Esto es lo que explica en buena medida que no sean populares como drogas recreativas.
En dosis altas funcionan como inductores del sueño.
¿Qué riesgos puede tener el consumo de benzodiacepinas?
El consumo de benzodiazepinas por un tiempo prolongado puede hacer que el organismo desarrolle tolerancia a estas drogas. Luego de tomarlas 2 semanas consecutivamente, las benzos se vuelven ineficaces como píldoras para dormir y luego de tomarlas aproximadamente durante 4 meses, se vuelven también ineficaces para calmar la ansiedad.
Se estima que aproximadamente la mitad de las personas que luego de 1 año continúan tomando benzodiazepinas lo hacen debido a la dependencia física y psicológica que este consumo ha producido y no debido a los efectos médicos y terapéuticos de la droga.
Algunos de los efectos del consumo prolongado de benzos pueden ser los siguientes: somnolencia, falta de motivación, pérdida de memoria, ansiedad, irritabilidad, distorsión del sueño, problemas sexuales y aumento de peso entre otros.
Por otra parte, dosis muy altas de benzodiazepinas pueden causar una sobredosis, con pérdida de conocimiento y posterior coma. Es muy raro que la sobredosis de benzos lleve a la muerte, pero si son combinadas con alcohol u otras drogas, la muerte puede producirse por inhalación del vómito cuando la persona está inconsciente. No es recomendable el uso de benzos por un período largo de tiempo (mas de 2 o 3 semanas). Si bien pueden ayudar a calmar la ansiedad en el corto plazo, no resuelven el problema que la causa y pueden agravar la situación si se genera una dependencia a estas sustancias. A continuación te proporcionamos un cuadro comparativo donde puedés encontrar signos que te ayudan a distinguir cuando estás frente a una intoxicación aguda de benzodiazepinas, cuando estás frente a un síndrome de abstinencia moderado y cuando estás frente a un síndrome de abstinencia severo. El manejar esta información te puede orientar acerca de cómo actuar en caso de que esto le ocurra a algún amigo, amiga o conocido.
INTOXICACION AGUDA
ABSTINENCIA
LEVE A MODERADA
ABSTINENCIA SEVERA
Dificultades para hablar
Ansiedad
Depresión
Ataxia
Dificultades para dormir
Ideas suicidas
Sedación
Sensibilidad extrema al ruido, luz y contacto
Agorafobia (fobia a los espacios abiertos)
Movimientos inusuales de los ojos
Distorsión perceptiva
Convulsiones
Baja presión arterial
Pérdida de memoria

Excesiva salivación
Dolor de cabeza

Desinhibición
Dolores y molestias físicas


Palpitaciones

Los opiaceos
Las substancias derivadas del opio (morfina,heroina) ejercen su acción tanto de alivio del dolor como la euforia que producen al unirse o acoplarse a unos receptores específicos de opiáceos que se hallan ampliamente distribuidos por el cerebro tal como muestra esta figura.El sistema límbico, que como hemos reiteradamente indicado regula y controla nuestras emociones, es rico en estos receptores de opiáceos.














Cocaína:
En los últimos años, el consumo de cocaína se ha incrementado notablemente. La popularidad que ha alcanzado la sustancia entre los adolescentes y se puede atribuir a diversos factores como el consumo entre los personajes importantes de la sociedad (por ejemplo, atletas, presentadores, empresarios y profesionales), creándose así la idea de que 'se trata de una droga relativamente inofensiva de la clase alta que le da status al individuo'. Otros factores son la gran cantidad de expendios del producto que la hace más accesible y la aparición de 'crack', droga que los estudiantes adolescentes adquieren fácilmente para fumar a bajo costo.

Su consumo se hace por medio de inhalación ('aspirado') o por vía intravenosa diluida en agua. Cuando se mezcla con heroína para uso intravenoso en una sola inyección se la conoce como 'speedball'. Existe una nueva versión conocida como 'crack' o base libre obtenida a través de una simple conversión química de la cocaína, atractiva para los consumidores, porque produce una euforia instantánea e intensa. Otros efectos de esta droga son: acción anestésica local, potente estimulante del SNC, sentimientos de mayor autoconfianza y vigor, acompañados de una disminución de las inhibiciones.
Probablemente el aumento del consumo y de la dependencia de la cocaína está relacionado con el estímulo gratificante de muy corta duración que llevan al consumidor a buscar con regularidad aquella sensación de bienestar. El consumo crónico de cocaína conduce tanto a la tolerancia como a la dependencia, creando adicción física y psicológica. Los consumidores habituales pueden experimentar algunos cambios en el estado de ánimo, depresión, problemas de sueño, pérdida de la memoria, aislamiento social y pérdida del interés por el estudio, el trabajo, la familia y los amigos.
Anfetaminas
Entre los años 50 y 60, las anfetaminas eran comúnmente prescritas para controlar los estados de fatiga, obesidad y depresión leve. Posteriormente, se descubrió su alto potencial adictivo, por lo que suspendió su uso y se clasificó dentro de la lista II de sustancias controladas. A pesar de las restricciones, las anfetaminas ocupan el segundo lugar, después de la marihuana, entre las drogas de mayor abuso por la población juvenil. A este efecto contribuye también la existencia de drogas semejantes a las anfetaminas de venta libre que contienen generalmente cafeína y/o fenilpropanolamina, conocidas comercialmente como productos que ayudan a mantener a la persona en vigilia o suprimen el apetito y que son de uso común. Si se toman en altas dosis, estas drogas causan los mismos efectos más otros efectos asociados con el consumo de anfetaminas. En consumidores habituales, estos estimulantes generan irritabilidad, inquietud, alteraciones en el sueño, temblores, dilatación de las pupilas, enrojecimiento de la piel y pérdida de peso con el transcurso del tiempo.

Inhalantes
El uso de este tipo de sustancias comenzó a hacerse popular entre los jóvenes con la 'inhalación de pegamentos' en la década de los sesenta, momento a partir del cual han surgido una amplia gama de inhalantes. Es común que los niños en edad escolar y los adolescentes jóvenes sean los grupos inhaladores y esto se da principalmente como un comportamiento experimental entre los compañeros y amigos.
Los inhalantes más comunes son, entre otros, pegamentos para maquetas, pinturas en aerosol, artículos de limpieza, gasolina, líquido corrector de mecanografía y otros productos propelentes para desodorantes y sprays para el cabello. Para poder inhalarlos, los químicos se vierten en una bolsa plástica o se impregnan en algún pedazo de paño. Debido a que los agentes se absorben a través del tracto respiratorio, un estado mental alterado se puede observar en un período de 5 a 15 minutos. El abuso de estas sustancias conlleva a que se presenten efectos adversos como daño renal y hepático, convulsiones, neuropatía periférica, daño cerebral y muerte súbita.

Narcóticos/Opiáceos
se consideran narcóticos todas aquellas drogas derivadas del opio (morfina, codeína), drogas semisintéticas (oxicodona, hidromorfona) y drogas completamente sintéticas (meperidina, propoxifeno y metadona). en la década de los 60 y 70, el consumo de heroína y metadona fue particularmente alto. Actualmente estas sustancias perdieron popularidad, pero aún se utilizan por sus efectos eufóricos. Como analgésicos, estas sustancias distorsionan la interpretación de estímulos dolorosos, disminuyen la ansiedad y promueven efectos sedantes. Ya que la vía intravenosa es la ruta de administración más común, se deben considerar los problemas específicos relacionados con este tipo de práctica (hepatitis, VIH, SIDA ) puesto que se comparten agujas o se utilizan agujas contaminadas.




Marihuana ('yerba'; 'marijuana'; 'María Juana'; 'dweebidge'; 'porro'; 'cigarrillo de marihuana'; 'hashish'; 'cannabis')
Se estima que cerca de 50 millones de norteamericanos han consumido marihuana por lo menos una vez en su vida, constituyéndose después del tabaco y en algunas áreas, del alcohol, en la sustancia más popular utilizada regularmente por los jóvenes. La planta de cáñamo (cannabis sativa) y su contenido de THC (delta -9-tetrahidrocanabinol) y otros canabinoides hallados en las hojas y retoños de las flores de la planta son la fuente de la marihuana. El hashish se elabora de la resina tomada de la parte superior de las plantas mujer, las cuales contienen la mayor concentración de THC. La dosis de la droga puede variar enormemente con cada preparación; la concentración de THC puede variar hasta cien veces debido a los contaminantes y diluyentes en la muestra.
Los efectos se sienten en unos cuantos segundos o minutos cuando estas preparaciones son inhaladas (en cigarro o pipa), o a los 30 ó 60 minutos después de la ingestión de alimentos que contengan la sustancia como dulces. Debido a que el fumador siente casi inmediatamente los efectos, la inhalación posterior se puede suspender en cualquier momento y por lo tanto, se pueden regular sus efectos. En cambio aquellos que ingieren la marihuana experimentan el desarrollo de sus efectos de una manera más lenta, acumulativa, más duradera y variable. Con este método, las probabilidades de que se produzcan reacciones desagradables son más altas.
Los efectos primarios de la marijuana son de tipo comportamental, debido a los efectos de la droga sobre el sistema nervioso central (SNC). El uso popular de la marijuana surge debido a la sensación de euforia y relajación y al aumento de las percepciones visuales, auditivas y gustativas que se alcanzan aún con dosis bajas o moderadas. Se pueden presentar efectos desagradables como sentimientos de despersonalización, cambios en la imagen corporal, desorientación y reacciones de pánico agudas o paranoia severa. Se han reportado casos de delirio y alucinaciones severos inducidos por marihuana en los que podría sospecharse el uso conjunto con otros agentes como el PCP (fenilciclohexilpiperhidina o fenciclidina).
La marihuana tiene efectos específicos que pueden disminuir la capacidad del individuo de realizar tareas que requieran mucha coordinación motora (como manejar un vehículo). Hay deterioro en la orientación visual y el sentido del tiempo es prolongado. Es posible que el aprendizaje se vea afectado enormemente debido a que la droga produce una disminución en la capacidad de concentrar la atención. Los estudios señalan que el aprendizaje se puede volver 'estado-dependiente', es decir que la información adquirida o aprendida bajo los efectos de la droga se recuerda con mayor facilidad cuando se está bajo el mismo estado de influencia de la droga. Es posible que en los usuarios regulares se observe un 'síndrome amotivacional', caracterizado por pérdida de la energía, falta de concentración, alteraciones de la memoria (especialmente a corto plazo), disminución de la efectividad y rendimiento escolar/laboral y una pérdida general de interés y ambición para alcanzar metas a largo plazo.
Otros efectos de la marihuana son: ojos inyectados (ojos rojos), aumento de la ritmo cardíaco y de la presión sanguínea, broncodilatación y en algunos consumidores, irritación bronquial que conlleva a broncoconstricción y/o broncoespasmo, faringitis, sinusitis, bronquitis y en grandes consumidores, asma. Igualmente, se puede presentar infertilidad reversible, debido a la reducción en el número y motilidad de los espermatozoides en los hombres y posiblemente depresión del sistema inmune.
Entre los efectos que los usuarios regulares experimentan debido a la abstinencia se pueden mencionar: agitación, insomnio, irritabilidad y ansiedad. Dado que el metabolito de la marihuana (sustancia que se obtiene de su metabolismo) se puede almacenar en los tejidos grasos, la evidencia de marihuana puede incluso ser detectada un mes después de dejar de consumir la droga, mediante un examen parcial de orina.


Fenciclidina(PCP) 'polvo de ángel'
Es difícil estimar cifras que exhiban el consumo real de fenciclidina en el mundo, debido a que muchos individuos no se dan cuenta que la han utilizado. Esta droga se mezcla a menudo con otras sustancias ilícitas como la marihuana, sin que el comprador perciba su presencia.
El uso de PCP en los Estados Unidos comenzó en 1967 cuando se vendía como la 'píldora de la paz' en el distrito de Haight-Ashbury, en San Francisco. El consumo de dicha píldora no llegó a ser muy popular dada su reputación de causar 'malos viajes'. Sin embargo su uso aumentó a mediados de los 70, principalmente cuando al producto se le cambió la presentación (aspersión sobre hojas para fumar) y se empezaron a emplear nuevas estrategias comerciales. Posteriormente, en los años 80, ya era el alucinógeno de mayor uso, en edades que oscilaban entre 5 y 25 años. Aunque inicialmente la fenciclidina fue desarrollada por una compañía farmacéutica que buscaba un nuevo anestésico, no era conveniente su uso por sus efectos secundarios psicotrópicos. La fenciclidina se dejó de producir por propósitos legales. Desafortunadamente, es una sustancia que se puede preparar fácilmente sin altos costos con solamente poseer algunas nociones de química orgánica y por esta razón, se convierte en un producto ideal para la industria de drogas ilícitas. Esta droga, está disponible en forma ilegal como un polvo cristalino, blanco para ser disuelto en agua o en alcohol.
Existen diferentes vías de administración del PCP que influyen en la aparición de los efectos. En caso de ser disuelto, se puede administrar por vía intravenosa y los efectos aparecen a los pocos segundos. Cuando la preparación se fuma en hojas secas de orégano, perejil o marihuana, los efectos se sienten en dos a cinco minutos con un pico a los 15 a 30 minutos. Por vía oral, en pastillas o mezclada con alimentos o bebidas, los efectos usualmente se notan en 30 minutos y tienden a alcanzar un pico en 2 a 5 horas.
Las dosis bajas de esta droga típicamente producen euforia y disminuyen las inhibiciones como ocurre con los bebedores. Las dosis moderadas producen un efecto anestésico en amplias áreas del cuerpo, con un aumento de la sensibilidad y deterioro en la percepción que pueden llevar al individuo a experimentar reacciones de pánico y conductas defensivas violentas. Las dosis mayores pueden ocasionar paranoia, alucinaciones auditivas y psicosis similar a la esquizofrenia. Las dosis masivas, comúnmente asociadas con la ingestión de la droga, pueden provocar arritmias cardíacas, convulsiones, rigidez muscular, insuficiencia renal aguda y muerte. Debido a las propiedades analgésicas de la PCP, los usuarios que sufren lesiones serias pueden no sentir dolor.

Éxtasis.
Existen distintos tipos de drogas de diseño, pero las grandes protagonistas actuales son las de acción estimulante. Dentro de éstas, el llamado ÉXTASIS o MDMA es la más representativa, por ser la de mayor demanda hasta la fecha. Bajo ese nombre se encierran otras sustancias de composición química similar y efectos secundarios más graves (MDA, MDE, ). La dificultad de referirse a ellas por su denominación técnica ha propiciado la aparición de diversos nombres coloquiales como es el caso del propio éxtasis, la píldora del amor, eva, etc.































Todas son derivados anfetamínicos con una composición química que los aproxima a la mescalina (un conocido alucinógeno), combinación que explica la singularidad de sus efectos.
Reseña histórica.
El MDMA, tiene a sus espaldas un largo recorrido, en 1914 fue patentado en Alemania por los laboratorios Merck como supresor del apetito, pero nunca se llegó a comercializar. Quedó relegado hasta la década de los 50, época en que se rescató con fines experimentales: (interrogatorios, psicoterapias).
Los primeros consumos ilegales se detectaron durante los años 60 y 70 en el oeste de EE.UU., lo que propició su prohibición en 1985 en aquel país. Desde la década pasada irrumpe en Europa con una fuerza cada vez mayor; sirvan de ejemplo las 4.325 pastillas, que las autoridades españolas decomisaron en 1989 frente a las 645.000 incautadas en 1995.
Procedencia.
Hasta la fecha, los principales productores son europeos. No obstante, tanto el material como los conocimientos necesarios para su elaboración son muy elementales, lo cual facilita su producción casi en cualquier lugar.


Formas de consumo.
Como ya se ha adelantado, el éxtasis puede caracterizarse como una droga social. Su resurgir ha venido acompañado de un halo de inocuidad y una clara asociación con los estilos de vida juveniles. Por contra, la ONU ha manifestado su temor de que las drogas de síntesis se conviertan en el siglo XXI en un importante problema de salud pública a escala mundial.
Vía de administración.
Normalmente se toman por vía oral en forma de tabletas, cápsulas o polvos; las primeras son las de uso más extendido y se presentan en una gran variedad de tamaños, formas y colores con el fin de hacerlas más atractivas y comerciales.
Efectos.
Teniendo en cuenta que casi nunca se sabe con precisión cuales son los componentes de lo que se vende como éxtasis, y por tanto sus efectos pueden variar de forma considerable, se pueden enumerar como consecuencias más frecuentes del consumo de MDMA las siguientes:
De índole fisiológica.
Actúan sobre el corazón provocando taquicardia, arritmia, hipertensión y aumento de la frecuencia cardiaca; sequedad de boca, sudoración, contracción de la mandíbula, temblores, vértigo, deshidratación, hipertermia, sobreestimulación (aumento del estado de alerta, insomnio,.).
De índole psicológica.
Ansiedad, irritabilidad, sensación de euforia, locuacidad, vivencia de energía física y emocional, mejora de la autoestima, emotividad desinhibida y mayor facilidad para las relaciones sociales.
Hasta tal punto se trata de experiencias efímeras, que entre los estudiantes norteamericanos de la década de los 80 era frecuente encontrar camisetas con el siguiente mensaje: "don't get married for 6 weeks after X" - no te cases hasta seis semanas después de haber tomado éxtasis -.
Dosis elevadas pueden producir ansiedad, pánico, confusión, insomnio, psicosis y fuertes alucinaciones visuales o auditivas. Cuando estas sensaciones decaen sobreviene agotamiento, fatiga, inquietud y depresión que pueden durar varios días.
No se han podido establecer con rigor las secuelas a largo plazo del consumo de MDMA. No obstante, se pueden citar los siguientes efectos residuales: confusión mental, agotamiento, fenómenos recurrentes (posible flash-back, al que ya se ha hecho referencia), cambios bruscos del humor, alteraciones hepáticas y cardiovasculares, etc.
Dado el alto número de personas que se supone han empleado éxtasis a lo largo de las últimas décadas y la inexistencia de poblaciones que mantengan una utilización crónica, parece razonable inferir que el patrón de consumo con el que se ingiere esta droga no favorece el establecimiento de dependencia, aún cuando no esté exento, como ya se ha visto, de otros riesgos debido a su toxicidad. Su uso continuado podría favorecer el desarrollo de tolerancia, pero los patrones de consumo compulsivos que se han constatado no permiten hacer todavía afirmaciones categóricas al respecto.

Alucinógenos
Además de PCP, otros alucinógenos comúnmente utilizados son LSD (Dietilamida del ácido lisérgico), Psilocibina (hongos alucinógenos ) y Peyote (un cactus que contiene mescalina). Durante siglos, el uso de alucinógenos de origen natural ha sido documentado en varias culturas, específicamente en los ritos religiosos, como lo hicieron los nativos mexicanos con la fenciclidina y las tribus del suroeste americano con el peyote. Por el contrario, el LSD es una sustancia artificial que se empezó a producir en 1938 por una compañía farmacéutica legal. Actualmente, el consumo de muchos alucinógenos es experimental, una o varias veces al año y no de uso regular, según lo reportado por la mayoría de los usuarios.
El LSD es un alucinógeno extremadamente potente y los efectos que produce se alcanzan incluso con mínimas dosis. En comparación, la psilocibina es de 100 a 200 veces menos potente y la mescalina (peyote) es 4.000 veces menos potente. Los alucinógenos han sido asociados con ataques de pánico que se presentan en el punto máximo de la experiencia con la droga ('malos viajes'). Otra característica de los alucinógenos son las 'regresiones'(repetición involuntaria de la experiencia con la droga), sin la ingestión posterior de la misma. Dichas experiencias aparecen típicamente en el transcurso de situaciones de estrés y tienden a disminuir en frecuencia e intensidad a medida que se abandona el consumo de drogas.
















17.5. TÓXICOS ABSORBIDOS
La mayoría de los tóxicos vía oral deben ser absorbidos y pasar a la circulación sistémica para ejercer su efecto nocivo. Muchas de las sustancias químicas introducidas en el organismo sufren un proceso de biotransformación química antes de su excreción. Los productos de este proceso se denominan metabolitos que en muchas ocasiones son más activos o tóxicos que la sustancia original. La biotransformación se produce fundamentalmente en el hígado; por eso en algunos pacientes los síntomas de la intoxicación aparecen horas después del accidente tóxico, incluso cuando ya están en el hospital, ej.: metanol, etilenglicol. Los tóxicos vía parenteral, las sustancias volátiles y las drogas inhaladas pasan directamente al torrente sanguíneo apareciendo los síntomas de manera inmediata.
Existen métodos de extracción del tóxico y sus metabolitos. Estos se realizan mediante:
A.- Depuración renal: diuresis forzada, diuresis alcalina.
B.- Depuración extrarrenal: hemodiálisis, hemoperfusión y hemofiltración. Estas medidas se llevan
a cabo en un reducido número de pacientes gravemente intoxicados (aproximadamente un 4%) y en una unidad de cuidados intensivos.
17.6. DIAGNÓSTICO CAUSAL DE LAS INTOXICACIONES
Evaluación rápida de la situación del paciente e identificación del agente tóxico, si es posible.
A.- Historia clínica
Se interrogará al paciente, si está consciente, y a los testigos.
- Nombre del medicamento o sustancia química.
- Cantidad aproximada a la que se expuso el paciente: nº de pastillas, ml de líquido.
- Vía de exposición: oral, intravenosa, inhalación, etc.
- Tiempo transcurrido desde la exposición.
- Tipo de actividad: productos de limpieza, vaciamiento de fosa séptica, actividad en un garaje, etc.
- Síntomas y signos previos a nuestra llegada.
- Presencia de vómitos: eliminación o riesgo de broncoaspiración.
- Consumo habitual de medicación y drogas.
- Enfermedades de base, alteraciones psiquiátricas y situaciones de conflicto sociofamiliar y laboral.
- Existencia de otros familiares con los mismos síntomas.
Debemos sospechar una intoxicación cuando no exista otra causa que justifique el cuadro clínico en los siguientes casos:
- Enfermos psiquiátricos con síntomas no relacionados con su enfermedad.
- Coma de etiología no esclarecida en pacientes entre 15 y 45 años.
- Arritmias graves en jóvenes y niños sin patología previa.
- Niños con síntomas poco habituales en la infancia o de comienzo súbito.
B.- Manifestaciones clínicas
El conocimiento de las manifestaciones clínicas es la base más importante para un diagnóstico y valoración correctos. En ocasiones los signos y los síntomas se solapan o se confunden con cuadros de origen no tóxico como enfermedades sistémicas o traumatismos.
Signos mayores de toxicidad
• Coma: intoxicación por alcohol, antidepresivos, barbitúricos, CO.
• Convulsiones: anfetaminas, antidepresivos, CO, cocaína, insecticidas.
• Arritmias cardíacas: antidepresivos, arsénico, CO, cocaína.
• Alteraciones gastrointestinales: digoxina, litio, organofosforados.
• Insuficiencia respiratoria: cianuro, CO, estricnina, gases irritantes, humo de incendio.


Otros signos
• Signos vitales:
- Hipertermia: salicilatos, anticolinérgicos.
- Hipotermia: hipoglucemia, alcohol, barbitúricos, narcóticos.
- Bradicardia e hipotensión: antagonistas del calcio, b-bloqueantes, digital.
- Taquicardia e hipertensión: anfetaminas, cocaína.
• Piel: signos de venopunción, quemaduras, contusiones.
• Aliento: olor a alcohol, ajo en intoxicación por arsénico, gasolina.
• Oído, nariz y garganta: destrucción del tabique nasal en consumo de cocaína.
• Pulmones: edema pulmonar en sobredosis de opiáceos e inhalación de gases.
• Corazón: arritmias ventriculares en consumo de cocaína.
• S. Nervioso: nivel de consciencia. Tamaño de las pupilas. Miosis en sobredosis de opiáceos, organofosforados.
Midriasis en anticolinérgicos, antidepresivos tricíclicos, barbitúricos.
17.7. ACTUACIÓN ANTE LAS INTOXICACIONES AGUDAS
Medidas generales
• Los primeros intentos ante una atención de urgencia deben ser los de alejar a la persona del medio hostil que le ha provocado en envenenamiento. No demostrar ser temerario durante las tareas de rescate, cuando haya posibilidades de también resultar afectado por la sustancia tóxica.
ES MUY FRECUENTE que los rescatadores se vean intoxicados, por NEGLIGENCIA y FALTA DE
PREVENCIÓN (bodegas, depósitos, etc.).
• Revisar el lugar para averiguar lo que ha sucedido y evitar riesgos.
• Si se sospecha que alguien está intoxicado, tratar de averiguar el tipo de tóxico, la vía de penetración y el tiempo transcurrido.
• Abrir las ventanas para airear el recinto.
• Cerrar la fuente que produjo la intoxicación.
• Alejar a la víctima de la fuente de la intoxicación.
• Revisar el estado de consciencia y verificar si respira y tiene pulso.
• Si la víctima está consciente hacer preguntas para obtener más información.
• Aflojar la ropa si está apretada, pero mantener abrigada.
• Si se presentan quemaduras en los labios, boca o lesiones oculares, aplicar abundante agua fría.
• Si se presenta vómito, recoger una muestra de éste para que pueda ser analizado.
• Mantener las vías respiratorias libres de secreciones.
• Si la víctima está inconsciente colocar en posición lateral de seguridad, para mantener la vía aérea libre y, en caso de vómito, no se produzca broncoaspiración.
• Buscar y llevar al hospital los recipientes que estén cerca de la víctima para que puedan ser analizados, en general cerca de la víctima se encuentra el recipiente que contiene la sustancia tóxica.
• Alertar inmediatamente a los servicios médicos, en nuestro caso a la CC061.
Manejo inicial del paciente víctima de una intoxicación
Las prioridades a cubrir en los casos de pacientes con sospecha de patología causada por un tóxico son similares a otras enfermedades y se pueden resumir en:
1.- Medidas de soporte vital básico instrumentalizado.
2.- Identificación del tóxico.
3.- Evitar la absorción del tóxico.
4.- Mantener las funciones vitales del paciente.
Algunas de estas medidas sólo son aplicables por parte de personal sanitario. Otras medidas deben conocerse, puesto que en muchas ocasiones los técnicos serán los primeros intervinientes y deberán aplicar estas medidas de forma inmediata.
1- Medidas de Soporte Vital Básico Instrumentalizado
En general, se aplican al 5-6% de los pacientes.
La duración de la RCP debe ser superior a la habitual, sobre todo, en intoxicación por antidepresivos, sedantes y antiarrítmicos. Se debe seguir el ABC de la RCPB.
A. Vía aérea permeable y oxigenación con O2 al 50%. Otras maniobras como aspiración de la cavidad orofaríngea o la colocación de cánulas orofaríngea deben realizarse con gran cuidado ya que pueden desencadenar el reflejo nauseoso y por tanto el vómito.
B. Respiración. Ventilación con bolsa y mascarilla facial.
C. Circulación. Verificación de pulso carotídeo. Iniciar masaje cardíaco en caso de parada cardiocirculatoria.

2- Identificación del tóxico
Puede resultar extremadamente sencilla en los casos en los que el paciente o un familiar nos aporta muestras de la sustancia, o resultar muy difícil cuando el paciente no está en condiciones de aportar información y se desconocen las causas de la intoxicación.
3- Medidas para evitar una mayor absorción del tóxico
Eliminación en ojos, piel y tracto intestinal.
El 80% de las intoxicaciones son por vía digestiva, de ahí la importancia de disminuir su absorción.
• OJOS
Suelen ser salpicaduras de líquidos (disolventes y agentes corrosivos) y gases irritantes. Pueden producir lesiones permanentes que incluyen la ceguera e incluso absorberse y dar lugar a efectos a nivel sistémico.
- Separar suavemente los párpados y realizar un lavado con agua o suero fisiológico durante 30 minutos.
- Cubrir ambos ojos con una gasa estéril.
- Remitir al oftalmólogo.
• PIEL
- Evitar que su piel entre en contacto con la ropa de la víctima, porque puede intoxicarse, poner guantes.
- Colocar a la víctima debajo del chorro de agua teniendo aún la ropa, para eliminar la sustancia tóxica.
- Retirar la ropa mojada y continuar bañándola con abundante agua y jabón.
- Si hay lesión, tratar como una quemadura.
- Tapar a la víctima con una sábana limpia.
- Trasladar a la víctima a un centro asistencial.
• TRACTO DIGESTIVO
Técnicas de extracción digestiva:
a) Provocación del vómito: emesis forzada.
b) Lavado y aspiración gástricos.
c) Utilización de carbón activado.
d) Los catárticos.
a) Emesis forzada
Suele ser una técnica fundamentalmente empleada en niños, aunque en el adulto podría aplicarse si éste se niega al lavado gástrico.
- Provocación del vómito mediante estímulo directo de la faringe con un depresor lingual. Es poco eficaz y no aplicable a los adultos, se utilizaría sólo en niños.
- Jarabe de ipecacuana. En general es el método más eficaz para inducir la emesis. Su utilización está indicada en niños, adultos que rechazan el lavado gástrico, algunos pacientes psiquiátricos y en las circunstancias en las que no es posible un lavado y una aspiración inmediata. Es ineficaz si antes se ha administrado carbón activado y poco eficaz transcurrida una hora desde el accidente tóxico.
Contraindicaciones de la emesis forzada:
- Si se observan quemaduras en labios y boca.
- Si el aliento huele a queroseno, gasolina o derivados.
- Cuando las instrucciones del producto así lo indiquen.
- Si está inconsciente o presenta convulsiones.
- Si han transcurrido más de dos horas desde la ingestión del tóxico.
- Si ha ingerido ácido sulfúrico, ácido nítrico, sosa cáustica o potasa.
- En caso de embarazo y niños menores de seis meses.
b) Lavado y vaciado gástrico
En muchos casos el lavado gástrico constituye el método preferido para conseguir el vaciamiento gástrico.
Existen una serie de factores a tener en cuenta antes de realizarlo:
- Tipo de tóxico y cantidad ingerida: si es poco tóxico y la cantidad escasa, no se realizará el lavado.
- Tiempo transcurrido desde la ingesta: no suele ser efectivo después de 4 horas, salvo que sean
de efecto retardado o tengan cubierta entérica.
Indicaciones:
- Se considera útil hasta 4 horas después de la ingesta del tóxico.
- Se puede utilizar en pacientes con bajo nivel de consciencia, disminución del reflejo tusígeno
o en coma, previa intubación orotraqueal.
Contraindicaciones:
- Ingesta de cáusticos y derivados del petróleo.
- Convulsiones.
c) Carbón activado
Es el agente simple más eficaz para reducir la absorción de gran cantidad de tóxicos, cuando es administrado desde pocos minutos después de la ingesta hasta los primeros 60 minutos.
Indicaciones:
- Abarca casi todos los tóxicos.
Contraindicaciones:
- alcoholes: etanol, metanol, etilenglicol, cianuro.
- metales: hierro, litio y plomo.
- potasio.
- derivados del petróleo.
- ácidos.
- álcalis.
Aspirado-lavado gástricoLas indicaciones del lavado gástrico son, en parte, superponibles a las de la inducción emética por ipeca:— Sustancia tóxica a dosis tóxica.— Intervalo desde la ingesta inferior a 3 horas.— Idénticas circunstancias que alargan el intervalo útil de 3 h. El intervalo es el factor que más influye en la rentabilidad extractiva del lavado.
Donde radica la diferencia respecto a la emesis es en las contraindicaciones. Algunas son similares: cáusticos, disolventes, hidrocarburos. Pero el coma o los agentes convulsivantes no constituyen contraindicación formal.
El aspirado-lavado gástrico (A.L.G.) puede y debe practicarse en todo estado de coma tóxico, (se prolonga el intervalo útil de 3 h. hasta 12 o más), precisando intubación previa. El A.L.G. también puede practicarse en caso de ingesta de convulsivantes. Si se ha producido ya algún episodio convulsivo, debe tratarse antes de realizarse el lavado.
Para lograr la mayor eficacia extractiva posible es muy importante una buena técnica de A.L.G. (aspirar antes del lavado, sonda nasogástrica ancha, enfermo en decúbito lateral izquierdo).
En primera asistencia, en medicina de urgencias o en transporte medicalizado es poco habitual la práctica del lavado gástrico.
En algunos casos se practica un lavado peculiar:
Se coloca una sonda nasogástrica con aspiración simple o practicando “pequeños” lavados gástricos no es un verdadero A.L.G. no estando en absoluto garantizada su eficacia a pesar de practicarse dentro del intervalo útil.
En función de la situación neurológica, la colocación de la sonda oro o nasogástrica puede estimular el vómito y provocar una broncoaspiración dada la ausencia o disminución del reflejo faríngeo defensivo.
Por tanto, en medio extrahospitalario, ante un intoxicado en coma “intermedio”, no debe colocarse una sonda nasogástrica u orogástrica por parte del TTS a menos que se esté técnicamente capacitado para evitar la hipotética broncoaspiración, como es en el caso de estar operando en una USVA en la cual su trabajo seria la de preparar el material para que el personal enfermero o medico proceda a esta tecnica.
A modo de información el carbón no es efectivo cuando:
Carbón activado
Aparte del vacíado gástrico (emesis o lavado ya descritos) la administración de carbón activado constituye una alternativa (o un complemento en el caso del lavado gástrico) para cesar o disminuir la absorción del tóxico.
El carbón actúa no como neutralizante, sino como adsorbente de la mayoría de sustancias tóxicas, pudiendo considerarse como un adsorbente prácticamente universal, eficaz, inocuo y económico. Hay muy pocos tóxicos que no sean adsorbidos por el carbón activado, básicamente los alcoholes, derivados del petróleo, algunos pesticidas y, entre los fármacos, las sales de hierro y el litio
TÓXICOS NO ADSORBIBLES POR EL CARBÓN ACTIVADO
Ácido Bórico
Etanol
Metanol
Cianuro
Etilenglicol
Metrotexate
D.D.T. Sales de hierro
Litio

Derivados del petróleo
Melathion


d) Catárticos
Son sustancias que aumentan la velocidad del tránsito intestinal. El más recomendado es el sulfato
de magnesio.
4 - Mantener las funciones vitales del paciente
Durante el traslado a un hospital se debe mantener la temperatura corporal del paciente y observarlo atentamente, para detectar precozmente cualquier cambio en sus constantes vitales. Si se producen aplicaremos el protocolo de RCPB.



17.7.1. Errores en el tratamiento de las intoxicaciones agudas
1. La leche no es un antídoto universal. Por su contenido en grasa puede incluso incrementar la absorción de algunos medicamentos en el estómago.
2. El pan quemado o en exceso no debe sustituir al carbón activado.
3. Es un error intentar neutralizar con ácido (limón o vinagre) la ingestión de un álcali (lejía) o viceversa:
un álcali (bicarbonato) como neutralizante de un ácido (salfumán).
4. El lavado gástrico y el carbón activado no son útiles en la intoxicación etílica.
17.7.2. Síndromes de abstinencia e intoxicaciones agudas producidas por drogas
Síndrome de abstinencia a opiáceos (mono, pavo)
Se reconoce por: intranquilidad, dolores musculares, midriasis (dilatación pupilar), piel de gallina, escalofríos y porque lo dice el propio paciente.
Cómo no actuar: dando medicación, dejarse llevar por la aparatosidad del cuadro.
Lo que se debe hacer es: controlar la situación, tranquilizar.
Rápidamente avisar al CCU-061 para soporte vital avanzado.
Intoxicación aguda por opiáceos (sobredosis)
Se reconoce por: miosis (contracción pupilar), depresión respiratoria y/o parada respiratoria, desconexión del mundo exterior.
Cómo actuar: mantener la vía aérea permeable (PLS si la víctima está inconsciente), RCP en caso necesario.
Rápidamente avisar al CCU-061 para soporte vital avanzado.
Si el CCU-061 da conformidad para traslado urgente a un centro sanitario.
Síndrome de abstinencia a cocaína
Se reconoce por: depresión psíquica, enlentecimiento psicomotor, irritabilidad, trastornos de coordinación, taquicardia, vértigos, sensación de opresión, lo dice el propio sujeto.
Cómo no actuar: dando medicación, dejarse llevar por la aparatosidad del cuadro.
Lo que se debe hacer es: controlar la situación, tranquilizar.
Intoxicación aguda por cocaína (sobredosis)
Se reconoce por: taquicardia, palpitaciones, sudoración, hipertermia, hipertensión, midriasis, arritmias, convulsiones y en ocasiones cuadros delirantes y muerte por estatus epiléptico (con obstrucción respiratoria, arritmias o hemorragia cerebral).
Cómo se actúa: RCP si se precisa.
Rápidamente avisar al CCU-061 para soporte vital avanzado.
Si el CCU-061 da conformidad para traslado urgente a un centro sanitario.

Síndrome de abstinencia al alcohol
Cómo se reconoce:
• Síndrome de abstinencia menor o leve: temblor, insomnio, irritabilidad. Aparece tras supresión de la ingesta de alcohol y desaparece tras 48 horas de evolución.
• Síndrome de abstinencia mayor: las primeras manifestaciones clínicas aparecen a las 6-12 horas de la supresión, alcanzando máxima intensidad a 48-72 horas; alucinaciones auditivas vocales o musicales, voces desagradables fuera de su cabeza.
Cómo no actuar: dando medicación, menospreciando el cuadro.
Cómo se actúa: tranquilizando y traslado a un centro sanitario.
Intoxicación aguda por alcohol
Se reconoce por:
Cómo se actúa: procurar un ambiente tranquilo, con ausencia de estímulos luminoso y sonoros.
• Paciente consciente y con menos de 1 hora y media desde la ingestión: provocar vómito, administrar líquidos azucarados, mantener adecuada temperatura corporal, controlar constantes vitales.
• Paciente inconsciente: no provocar vómito, traslado en posición lateral de seguridad y RCP si es preciso.








Intoxicación aguda por cannabis
Cómo se reconoce: a dosis elevadas pueden provocar crisis de ansiedad que disminuye al cabo de pocas horas. Los cannabinoides en sobredosificación son raramente letales.
Cómo actuar: manteniendo en observación en ambiente tranquilo, posición de Trendelenburg (en caso de hipotensión).
















































Resumen
En el tratamiento de los pacientes que presentan intoxicación aguda por sobredosificación de medicamentos, ingestión y/o inhalación de otras sustancias, se requiere una rápida intervención clínica para controlar los signos y síntomas iniciales para evitar consecuencias más graves.
Los procedimientos a seguir incluyen:
1.- Medidas de soporte vital: encaminadas al mantenimiento de las funciones vitales y tratamiento y
prevención de las posibles complicaciones. Incluyen maniobras de RCP básica, administración de oxígeno, etc.
2.- Medidas que retrasan la absorción, aceleran el metabolismo y/o facilitan la eliminación antes o después de la absorción del tóxico. Siempre que sea posible se debe evitar la absorción del tóxico. Si el tóxico se absorbe, se pueden emplear otras medidas:

- Disminuir la absorción.
- Facilitar la eliminación.
3.- Administración de antídotos y antagonistas.
Sólo existen antídotos específicos para un pequeño porcentaje de fármacos y productos potencialmente tóxicos.

Glosario de términos
Absorción: incorporación, penetración de una sustancia a través del tracto digestivo y pulmones hacia el torrente circulatorio.
Adsorción: atracción y retención de una sustancia sobre otra.
Antagonista: sustancia que se parece al tóxico y se une a su receptor para producir efecto contrario.
Antídoto: sustancia que se opone a la acción del tóxico.
Diuresis forzada: eliminación de un tóxico a través de la orina mediante fármacos y sueros.
Emesis: vómito.
Excreción: eliminación de una sustancia a través de un conducto: ej. excreción renal, biliar, etc.
Inoculación: introducción de una sustancia a través de la piel.
Intoxicación: efecto resultante de la acción de un tóxico.
Inyección: introducción de una sustancia en el organismo mediante aguja.
Tóxico: sustancia que en concentración adecuada puede dañar el organismo.
Veneno: sustancia cuya finalidad específica es causar daño.

No hay comentarios: